Incrementa tu energía a la vez que aligeras tu cuerpo con un plan “Detox”
¿Quieres incrementar tu energía?
¿Necesitas sentirte más ligera?
¿Buscas mejorar la calidad de tu piel?
Entonces, es muy posible que necesites un plan Detox.
Hemos oído hablar mucho del concepto detox en el cuerpo, pero… ¿Sabemos lo que es? Y, sobre todo…¿Sabemos cuando necesitamos someternos a un proceso/dieta /o tratamiento Detox?
Muchas personas asocian este término exclusivamente a la ingesta de batidos de frutas y verduras naturales, cuya función a priori es ayudar a eliminar toxinas del cuerpo.
Esto no es así o, al menos, ¡no es solo así!…
Vamos a explicarlo…
Detox no significa otra cosa que desintoxicación. Vamos, lo que llamamos “limpiar el organismo”, para que funcione de forma fluida, “engrasada”…
Para comenzar un plan desintoxicante, lo primero que tenemos que saber es por qué tu cuerpo produce un exceso de toxicidad, y después, adecuar las soluciones necesarias en forma de plan o tratamientos.
Como sabéis, para ello tenemos esa herramienta maravillosa que es la kinesiología, que nos va a ayudar a determinar el origen del problema.
Después, aplicaremos las soluciones en forma de tratamientos para sacar los tóxicos de los tejidos, como por ejemplo en las celulitis, en las artrosis, sobrepeso, etc.
Esto se hace mediante la ayuda de masajes, drenajes, fangos, etc. En definitiva, de tratamientos que activan nuestro metabolismo enlentecido y ayuden a potenciar las vías de eliminación naturales
También podría ser en forma de alimentación, y/o también podría estar apoyado por suplementos naturales, que ayuden a desintoxicar. Y, por último, podríamos necesitar tratamientos antiestrés.
A continuación os dejamos los porqués.
Los masajes, envolturas o tratamientos Detox, ayudan a sacar las toxinas que se han ido acumulando en nuestros tejidos. Hay que tener en cuenta que el cuerpo siempre tiende a proteger los órganos vitales (pulmón, corazón…). Por lo tanto, cuando encuentra un residuo tóxico, lo envía a zonas donde no son tan peligrosos; por ejemplo, al tejido graso, al tejido conjuntivo de las articulaciones, los músculos y la piel.
Nosotras lo notamos en forma de rigidez muscular, cansancio, artrosis, piel seca o con muchas toxinas, cansancio general, etc…
Todo esto se mejora y se alivia con este tipo de tratamientos.
Casi siempre la limpieza del organismo pasa por cuidados en la Alimentación. ¿Por qué? Porque, en la inmensa mayoría de los casos, la toxicidad corporal se produce por comer un tipo de alimentos que no nos convienen, o por tomar más cantidad de alimentos que la que podemos procesar en general.
Evidentemente, la solución a esto es cambiar o ajustar la alimentación, y aquí es donde entran los batidos Detox, la alimentación antioxidante, etc.
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Los alimentos Antioxidantes son muy muy necesarios, porque además de no aportar toxinas, ayudan a eliminar daños producidos por otras causas en nuestras células. ¡Y no sólo eso! Sino que, muchas veces al sustituir otras comidas por estos alimentos, como reducimos la ingesta de calorías, activamos los propios mecanismos naturales del cuerpo para sacar residuos.
Esto es más que recomendable hacerlo de vez en cuando, pero hago una salvedad: ¡El clima! Si nuestro cuerpo, ahora en invierno, tiene demasiado frío… no le va a ayudar, por ejemplo tomar batidos de apio zanahoria y espinacas… porque, sencillamente, no va a activar la función orgánica que necesita un poco más de calor.
En invierno, si nos queremos desintoxicar, es mucho mejor hacerlo con verduras cocidas, caldos y sopas ligeras, como por ejemplo la de miso, que es desintoxicante, aporta probióticos y, además, ayuda a activar el Riñón (que a su vez es uno de los encargados de sacar toxinas).
Otra de las causas enormes para la toxicidad es el Estrés. Cuando estamos estresados sencillamente, funcionamos a base de hormonas de estrés, y estas nos ayudan a aguantar, pero químicamente dejan más residuos tóxicos en nuestro organismo. Digamos que nos “queman” los tejidos y, aunque nos alimentemos bien, esas sustancias se pueden ir acumulando. Por eso, también el estrés es una causa importante de envejecimiento.
A veces el estrés se acompaña con el insomnio, empeorando así el proceso, ya que muchas funciones orgánicas de desintoxicación se activan durante el sueño.
Citaré una última causa que son las disfunciones orgánicas; o sea, cuando nuestros órganos funcionan, pero no de forma óptima. Un ejemplo muy típico es el estreñimiento que, como todas sabemos, si es pertinaz puede dejar muchas toxinas en el organismo.
Otra causa típica son las dificultades digestivas, que hacen que aunque comamos sano, para cuando esos alimentos consiguen asimilarse ya han fermentado, produciendo los consabidos gases y alterando, a su vez, toda la microbiota.
También afectan, y mucho, la toma de medicamentos, los tóxicos cotidianos como el café, el alcohol o el tabaco…
Pero no hay que asustarse. Sencillamente nos interesa vigilar un poco nuestro cuerpo y ver si hay alguno de estos aspectos que tengamos que trabajar en nosotras o en nuestro organismo:
Hábitos tóxicos como fumar tomar demasiado café o alcohol.
Mala calidad de la alimentación
Excesiva ingesta de comida
Estrés crónico
Malas digestiones
Falta de sueño
Estreñimiento, disbiosis
Falta de oxigenación
Falta de ejercicio, estiramientos, activación del cuerpo
Medicación
Hay muchas cosas que se pueden hacer.
Consulta tu caso, cada persona es única y necesita cuidados específicos .
Para nosotras, el mantener el cuerpo libre de tóxicos es una necesidad continua, pero de vez en cuando, conviene hacer “ciclos curativos” o momentos más activos de tratamiento, para lograr el objetivo de sentirse cada vez mejor, más liviana, enérgica y saludable.
Después, ¡mantenerse es coser y cantar!
¡Feliz proceso Detox!